Pedro y el LoboJoaquín Muñoz
Cinéfilo
A un año de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, Walt Disney y su equipo lanzaron al mercado su octava propuesta de animación hasta el momento, llamada Make Mine Music, compuesta de varios segmentos musicalizados.
Esto se debió a la escasez de personal por la que sufría Disney debido a la guerra que se desarrollaba en Europa y el Pacifico, que ocupaba cada vez mas hombres para librar las batallas en aquellos frentes, al tiempo que el gobierno estadounidense pidió a los trabajadores restantes el enfocar sus animaciones en esfuerzos propagandísticos en pro de la lucha.
“Make Mine Music” surge de estos esfuerzos, y entre sus segmentos musicalizados se encuentra “Pedro y el Lobo”, basada en una composición de Prokofiev hecha en 1936 bajo ordenes del régimen comunista, con similares intenciones de persuasión y propaganda, dirigida al publico infantil.
Esta narra la historia de Pedro, un joven ciudadano soviético que con la ayuda de sus amigos animales intenta atrapar un enorme lobo que ronda por los bosques de su localidad. La versión soviética finalizaba con el héroe de la narración desfilando triunfante con el lobo capturado en las festividades correspondientes al mes de Mayo, mes de la revolución en la Unión Soviética. Mientras tanto, la versión norteamericana realizo su contraparte animada mucho mas enfocada al publico infantil, realizando algunos cambios en la historia que la hacían menos violenta y mas amigable.
El filme muestra positivamente a los soviéticos, incluso predominando nombres y palabras en ruso; uno de los últimos trabajos artísticos realizados antes del inicio de la Guerra Fría, cuando el ciudadano ruso se convirtió en enemigo.
Con la proyección de Pedro y el Lobo se inauguró el pasado mes de enero, el programa Cine Arte Infantil dentro de las actividades que brinda el departamento de Servicios Educativos de los Museos de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Cinéfilo
A un año de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial, Walt Disney y su equipo lanzaron al mercado su octava propuesta de animación hasta el momento, llamada Make Mine Music, compuesta de varios segmentos musicalizados.
Esto se debió a la escasez de personal por la que sufría Disney debido a la guerra que se desarrollaba en Europa y el Pacifico, que ocupaba cada vez mas hombres para librar las batallas en aquellos frentes, al tiempo que el gobierno estadounidense pidió a los trabajadores restantes el enfocar sus animaciones en esfuerzos propagandísticos en pro de la lucha.
“Make Mine Music” surge de estos esfuerzos, y entre sus segmentos musicalizados se encuentra “Pedro y el Lobo”, basada en una composición de Prokofiev hecha en 1936 bajo ordenes del régimen comunista, con similares intenciones de persuasión y propaganda, dirigida al publico infantil.
Esta narra la historia de Pedro, un joven ciudadano soviético que con la ayuda de sus amigos animales intenta atrapar un enorme lobo que ronda por los bosques de su localidad. La versión soviética finalizaba con el héroe de la narración desfilando triunfante con el lobo capturado en las festividades correspondientes al mes de Mayo, mes de la revolución en la Unión Soviética. Mientras tanto, la versión norteamericana realizo su contraparte animada mucho mas enfocada al publico infantil, realizando algunos cambios en la historia que la hacían menos violenta y mas amigable.
El filme muestra positivamente a los soviéticos, incluso predominando nombres y palabras en ruso; uno de los últimos trabajos artísticos realizados antes del inicio de la Guerra Fría, cuando el ciudadano ruso se convirtió en enemigo.
Con la proyección de Pedro y el Lobo se inauguró el pasado mes de enero, el programa Cine Arte Infantil dentro de las actividades que brinda el departamento de Servicios Educativos de los Museos de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
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